Cada minuto que estudias sin una buena técnica te aleja de tu objetivo central: Dominar el Programa.
Estudiar profesionalmente es como andar por la nieve. Con unas buenas raquetas nos cansaremos menos y avanceremos más.
La oposición es como una maratón -42 kms- y necesita de una preparación especial, pero pocos opositores lo saben. Por eso, cuando intentan correr esos 42 kilómetros con las técnicas que les funcionaron en las distancias cortas, (Colegio -100 metros lisos-, o Universidad -400 vallas-), los opositores van demasiado rápido y por lo general se asfixian.
Sencillamente, lo que no se estudia con verdadera intensidad, se olvida.
2) LAS CONSECUENCIAS:
La falta de técnica, lleva a un menor rendimiento. (Se estudian menos horas de las que se podía y se rinde mucho menos en cada hora.)
Ese menor rendimiento nos hace ver el estudio como algo desgradable y aburrido. Intuimos que algo no marcha, pero no sabemos que es, y aunque aumenta la sensación de que lo aprendido se olvida muy pronto, seguimos adelante.
Entonces se activan nuestros mecanismos de defensa frente a cualquier peligro (fuego, frío, un enemigo, un esfuerzo que parece enorme o imposible, etc).
El opositor no puede huir del peligro (porque realmente quiere aprobar), y lo que hace inconscientemente es levantar barreras psicológicas para ir minando su voluntad de seguir luchando.
Estas barreras reducen aún más el rendimiento, y más que correr, el opositor avanza entre tumbos y acelerones, pero sin ritmo y sin fe.
El proceso se va agravando y el inconsciente levanta nuevas barreras psicológicas. El opositor está "enfermo de esfuerzo" e intenta compensarlo estudiando aún más deprisa, pero para muchos es una carrera perdida y no sabrán como llegar al oxígeno de la ambulancia.
¿Que sucede entonces?
- Algunos tardarán años en descubrir que no rendían lo suficiente, y de pronto se verán situados en el temido "punto muerto", donde es absurdo continuar, (sin aumentar los rendimientos), y es absurdo dejar la oposición, (perdiendo lo invertido).
- Los hay que habrán hecho un esfuerzo muy grande, y estarán muy cerca de aprobar, pero al no dominar las técnicas para contestar en cada tipo de ejercicio, serán superados por quienes se esforzaron más, o técnicamente fueron mejores.
- Habrá quien tenga que emplear el doble o el triple del tiempo necesario en dominar un programa, (despilfarrando esfuerzos) y perdiendo oportunidades clave.
- Finalmente habrá quien hubiera podido dominar ese programa, de haber sabido como aprendérselo en poco tiempo, pero no resistió tanto y malgastó todo el esfuerzo invertido.
- Incluso quienes avanzan sanamente, suelen haber pasado por alto detalles importantes, que pueden marcar la diferencia entre ser o no ser.
Pues bien, para todos estos casos hay un remedio:
3) LA SOLUCION AL PROBLEMA: EL METODO PROFESIONAL
En esencia mi libro te enseña lo que no viene en ninguna parte, ni te dijeron en tu etapa de formación como por ejemplo:
- 1) Como se estudia cada línea, cada parrafo y cada página.
- 2) Como se aprende en el mínimo tiempo, el maximo de materia posible, pero de forma que dure lo máximo.
- 3) Cuantas horas se estudian al día, cuantos días a la semana, y cuantos días al año.
- 4) Como se repasa.
- 5) Cuanto vas a tardar en dominar tu oposición estudiando con técnica depurada.
- 6) Como se eliminan de raíz las barreras psicológicas ya levantadas (Yo no si me lo sabré el día del examen, yo no tengo memoria, yo no se si lo que me estudio es lo que me van a preguntar, yo no valgo para...) En total 24 barreras y sus antídotos.
- 7) Si estás hundido, o en punto muerto, como ponerte en marcha: objetivo claro, rumbo de destino y calendario de llegada a puerto.
- 8) Como afrontar anímicamente el examen.
- 9) Técnicas para el oral, el escrito, el test, el psicotécnico etc, incluyendo recursos para brillar, para descartar respuestas falsas, para aprovechar las posibilidades estadísticas al contestar las dudosas, para contestar en el orden que genera notas más altas, para hacer quinielas, etc.
- 10) Como ganar precisión, presencia, o presentación, y decidir el envite en tu favor (entre iguales, o incluso frente a opositores más preparados).
En la oposición el ritmo lo es todo, pero no vale acelerarse, ni recrearse. Se trata de saber ajustarlo correctamente a las características de cada oposición y de cada opositor. Un error importante, en uno de esos dos ajustes, puede significar directamente la imposibilidad de llegar a dominar el programa.
Si tu ritmo no es constante (como opositor), o no es proporcionado a tu tarea (para esa oposición), y las cosas no marchan, no confundas la consecuencia (bajo rendimiento), con su causa (falta de técnica). No te servirá atacar los síntomas, si no curas la enfermedad que está detrás y para ello necesitarás cambiar cosas. ¡Hazlo! y no te arrepentirás.
Ya está sonando el teléfono y es para tí.
No te defraudaré. Gracias por tu interés, de corazón.
Carlos Valiña, Secretario Judicial por Oposición, ORIENTADOR DE OPOSITORES.